Tengo el blog poco navideño este año. Debe ser que estoy invirtiendo toda mi navideñez en otros lares.
Ir con buena parte de la familia a ver las luces del centro de Madrid fue un comienzo poco habitual de poner en modo ON la Navidad. No dejó de llover, pero dio igual.
Nos faltó ir a ver el belén montado con bombonas de butano (y estiércol del buey y la mula) en el portal de la sede del PP (que hay quien ha pasado y lo ha visto en su recorrido navideño, jajajaja).
Eso sí, descubrimos por pura casualidad, llevándonos un susto, el espectáculo de música y luces de la Plaza de Oriente de Madrid:
Aunque lo menos habitual de aquel día fue tener medio vagón de metro tomado por la familia: fue rarorrarorraro. Casi onírico. Porque aquello se parecía mucho a lo de mezclar Segovia y Madrid… ¡¡qué solo me pasa en sueños extraños!!
Lo de andar en manga corta por el pueblo pitufo y torrarme al sol comiendo en una terraza al aire libre un 18 de diciembre también me resultó insólito. «En Segovia no estarías tú así ahora mismo», me dijo el camarero. Y le di la razón.
Menos mal que el soniquete de la lotería de Navidad y recibir un par de regalos japofrikis 
me ayudó a situarme de nuevo en la época del año… porque con un par de anomalías más habría empezado a tener cortocircuitos.
Ah, espera, que lo mismo sí he empezado a tenerlos… es verdad, ya se me había olvidado: tengo que advertiros de que podría estar pasando una racha de empane absoluto que no me deja pillar ironías y sarcasmos. Eso me han dicho. No me lo tengáis en cuenta. Eso sí, no sé lo que durará, así que si llega febrero y sigo igual, avisadme, por los dioses!! que pediré cita para un escáner cerebral!! Jajajaja!!
Coto de Imaz
Gran Reserva 2004
Vino tinto
Uva: tempranillo
D.O. Rioja
Bodega El Coto de Rioja (Oyón, Álava)
13,5%
Ir a tomar un vino el 24 de diciembre al José María y que te amenicen el rato los del Nuevo Mester de Juglaría cantando villancicos… no tiene precio.
Tampoco lo tiene subir con los amigos al Parador de Segovia y ver cómo la ciudad va desapareciendo bajo la niebla.
No me gusta mucho echar la mirada atrás en estos días en que lo habitual es hacer recuento del año que se va. Trato de evitar ponerme sentimental, jajaaja. Pero la verdad es que este año tengo la sensación de haber disfrutado mucho de muchos momentos con mi gentecilla y eso me pone contenta. Así que os voy a desear un 2015 lleno de momentos con vuestra gentecilla… no os olvidéis de disfrutarlos.
La misma piedra 