Hemos llegado a esa semana del mes de noviembre en que me voy con mi hermano a ver dos o tres películas cada tarde. Al cine. En versión original subtitulada. Sin palomitas.
Pensaréis que para mi, que frunzo el ceño intentando recordar cuando me preguntan cuál fue la última película que fui a ver, debe ser un suplicio. Pero no. La verdad es que llevo peor el concentrarme en ver en mi tele algo que dure más de 40 minutos seguidos.
Ya os contaré qué tal este MUCES 2014 (Muestra de Cine Europeo de Segovia).
«A ti no te gusta mucho el cine» me habéis dicho algunos. El profesor José Montero Padilla ya me dijo «a ti no te gusta el cine» cuando no le supe responder cuál era mi película favorita. Lo cierto es que las que se me pasaron por la mente… me habrían costado una colleja o que me llamase heresiarca. Pero el hecho de que fuesen varias ya significaba que no había UNA. Todavía quedaban tres o cuatro años para que estrenaran «El viaje de Chihiro«.
Así que llevo casi veinte años de confusión en lo referente a este tema… pensando que debe de ser que a mi no me gusta mucho el cine, pero sin poder sentenciarlo porque lo cierto es que he disfrutado y disfruto mucho con muchas películas.
¡Sé qué estáis pensando ahora mismo los que me conocéis!: a los que os gusta el cine más que a mi estáis seguros de que no me gusta; el resto: «la primera noticia que tengo de que a ti no te gusta el cine».
La primera vez que me llevaron al cine fue para ver «E.T., el extraterrestre«. Drew Barrymore era mayor que yo. No recuerdo haber pasado miedo (que hay quien sí), pero sí que me pasé media película intentando contener, sin mucho éxito, las lágrimas. Desde que E.T. aparece enfermo en el cauce del río. Y salí del cine sin entender por qué Elliot no se iba con él en la nave… ¡yo me habría ido!
Por supuesto, como muuuuch@s, quise estudiar arqueología y convertirme en Indiana Jones. Tengo la trilogía en VHS y en DVD. Y seguramente me la re-compraré en el futuro en formatos que todavía no se han inventado. La cuarta película me sobra.
El Hada y yo consideramos que el mejor personaje cómico de la historia del cine es el demonio que posee a Regan en «El Exorcista«. No tiene rival.
La mirada con la que Al Pacino nos dice que ya no hay marcha atrás para Michael Corleone hacia el final de «El Padrino«. Brutal.
Cómo suena «The end» de The Doors en los primeros minutos de «Apocalypse now«.
Considero obras de arte algunos comienzos, como el de «Sed de mal«, con ese paseo de Charlton Heston y Janet Leigh a lo largo de una calle (cruzándose y descruzándose con un coche) que tú, como espectador, sabes que es un coqueteo con la muerte.
Tarantino también tiene su arte en comenzar películas. Te puede encantar o le puedes odiar, pero no le quites mérito a la manera que tiene de meterte en sus redes.
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Creo que no he visto ninguna película de Hitchcock que no me haya entusiasmado.
Adoro el cine de animación y pocas habrá de genero fantástico que no me hayan gustado. Pero eso ya lo sabíais.
Si supiese bailar emularía a Gene Kelly cada vez que abro un paraguas. Y si supiese cantar, atravesaría prados con los brazos abiertos a lo Julie Andrews.
En fin… que si sigo enumerando me vais a dejar de leer por extenderme tanto.
¿Vosotros sí sabríais responder con una sola película a la pregunta de cuál es vuestra favorita?
Sombras
El caso es que me sirve para informaros de que desde hace un tiempo se puede ver la última foto que he publicado en el menú de la derecha (o la izquierda falsa, miradlo bien, a ver si os estoy engañando…).
La misma piedra 